Me licencié en filología inglesa y ruso para extranjeros en la Universidad Estatal de San Petersburgo y a lo largo de más de seis años impartí clases de español e inglés. Hace cinco años mi camino me llevó a España y por varias circunstancias me tuve que distanciar del ámbito pedagógico y sumergirme en la vorágine del trabajo en oficina. Es en aquel entonces que sentí una fuerte necesidad de volver a dedicarme “a lo mío” y es cuando decidí reunir mi pasión por el Yoga y la por la enseñanza.

Los años que he trabajado en el mundo empresarial me han ayudado a entender los efectos del estrés sobre la sociedad actual y comprender mejor la realidad de muchos alumnos que vienen a practicar Yoga. He trabajado de coordinadora de tratamiento para pacientes oncológicos, una gran experiencia que me gustaría compartir para más adelante poder formarme en Yoga para el cáncer.